Una "Finta" de boxeo contra la drogadicción
Categoría: Noticias Idipron
La guardia alta y la mirada fija en su enemiga: La drogadicción. Así es la nueva vida de Diego Lagos, un egresado del IDIPRON que apunta de golpes y de boxeo logró superar la adversidad, hacerle un quite a la calle y encontrar un refugio en el deporte.
Diego es egresado del Instituto y recuerda que hace seis años pertenecía a un grupo de “cabezas rapadas” y pasaba de pelea en pelea, en medio de las pandillas y de las drogas, hasta que encontró la salida gracias a un amigo que lo llevó a la Liga de Boxeo de Bogotá.
Hoy está aquí en la UPI Oasis donde logró superar el problema de calle y drogas. Aquí, en un cuadrilátero armado en el patio principal, entrena por su propia iniciativa a los muchachos que se encuentran desde hace tres meses aislados debido a la pandemia.
A su lado y bajo su estricta guía, sus compañeros boxeadores saltan la cuerda, corren, elongan y se alistan para una gran velada boxística en el IDIPRON. El ambiente es de fiesta. El boxeo es uno de los deportes más populares entre los jóvenes beneficiarios, un deporte que le ha dado más de 50 medallas al Instituto, entre oro, plata y bronce, con 11 campeones distritales durante los años 2018 y 2019.
Los jóvenes beneficiarios de la Unidad de Protección Integral, UPI Oasis, se preparan para ver un campeonato relámpago entre sus compañeros boxeadores.
Diego Lagos es entrenador de boxeo y trabaja en territorio, con el IDIPRON desde hace más de 6 años, convirtiéndose en el instructor de los muchachos que les gusta el deporte de “las narices chatas”.
“Soy boxeador de la Liga de Bogotá, campeón internacional, tuve una vida difícil hasta que empecé a entrenar boxeo y eso me cambió la vida. El trabajo que llevo en IDIPRON se hace en entrenamientos semanales y con nuestro trabajo hemos logrado muchos éxitos”, explica.
Y es que el boxeo es una herramienta fundamental en la lucha contra la ansiedad. Los muchachos canalizan sus energías hacia el deporte y eso permite que avancen en su proceso de recuperación frente al consumo de drogas.
Según Diego “poco a poco hemos ido armando los equipos en las UPI´s de Oasis y la 32, en donde hay muchos talentos”. A sus 25 años sueña y se prepara para seguir boxeando, con dedicación, las ganas de salir adelante. “Entreno dos y hasta tres veces al día”, puntualiza.
Por eso en medio del cuadrilátero es el líder. Organiza a sus boxeadores, les entrena, les da consejos, los acompaña en el calentamiento previo a la jornada deportiva.
Y así, en medio de guantes, de gritos, de señas, todos se alistan para su momento más esperado: Cuando suena la campana y los jóvenes del IDIPRON se reúnen alrededor del cuadrilátero, escenario de grandes combates y sobre todo, de grandes batallas por dejar atrás la calle y la droga, a través del sudor y la fuerza de la lucha interna que todos los jóvenes que están dispuestos a triunfar sobre las drogas y las malas amistades.
