Inicio/‘Alex’ trascendió sus duras experiencias de vida
‘Alex’ trascendió sus duras experiencias de vida
Categoría:
Noticias Idipron
El primer Eje de Transversalidad y Enfoque Diferencial es el tema de Género y Diversidad Sexual, y hace referencia a las expresiones de la sexualidad y el género de los seres humanos. Incluye las distintas identidades de género y orientaciones sexuales que manifiestan las personas. Generalmente ha sido utilizado como un término paraguas para incluir en él a la población LGBTI. Un ejemplo de esta particularidad es la que nos contó ‘Alex, un joven oriundo de Medellín, quien vivió en Cali durante cinco años y lleva 13 años en Bogotá. Tiene 27 años. Vive en la Unidad de Protección Integral (UPI) La Rioja y es un joven Trans, decisión que tomó hace nueve años, cuando era habitante de calle. “Desde que tengo uso de razón me gustan las mujeres, pero por problemas no había podido cambiar mi forma de ser”.
Conoció el IDIPRON por unas amigas que la invitaron a la UPI Luna Park. Como todos, inició su proceso en la Unidad del Oasis y en estos momentos estudia quinto grado. Decidió salir de su casa cuando apenas era un niño; “porque mi padrastro manoseó a mi hermana; le comentamos a mi mamá y no nos creyó, entonces nos fuimos los dos”, cuenta ‘Alex’. Su hermana tiene tres niñas y vive en Cali con su mamá.
“Llevo cinco años sin verlas, pero llamo todos los días a mi mamá. Ella está contenta porque yo estoy logrando el cambio y dejé el vicio”. Reconoce que fue duro dejar el consumo de SPA, “pero con fuerza de voluntad se puede. Eso es querer, y si uno quiere, lo consigue. En el IDIPRON me han ayudado en toda clase de cosas: con mi salud, con mi estudio, con todo. Yo no tenía ni EPS, ni nada”, asegura. ‘Alex’ quiere terminar la secundaria, “y en dos añitos, si se puede, quiero ahorrar una platica pa’más adelante montar un negocio de algo. Quiero ayudarle a mi mamá, porque está enfermita en este momento”, cuenta con tristeza. Le preocupa que ella no se alimente bien, “porque algunas veces la he llamado para saber si almorzó y me responde que nada. Eso es duro”, afirma.
Por eso quiere ahorrar para montar un ‘plantecito’, pero aún no decide si irse a Cali o quedarse en Bogotá, “porque si me siguen dando trabajo acá, me quedo”, dice con una sonrisa. ‘Alex’ ingresó recientemente a un convenio con el IDIPRON. Es la primera vez que lo hace y quiere dejar una buena impresión durante los meses que dure. Sobre su experiencia en Oasis, cuenta que los fines de semana, cuando tiene dinero paga una pieza, de lo contrario, sale, da un paseo y regresa a las cinco de la tarde. El Instituto le da dotación de ropa, tenis, pantalón y camiseta y todos los elementos de aseo personal. “En cuanto a alimentación nos dan desayuno, merienda, almuerzo, merienda de la tarde y la cena. A los que nos vamos a trabajar, pues también nos dan la comida y la meriendita para que la llevemos”, explica. ‘Alex’ recordó que al principio de su ingreso a la Unidad tuvo problemas con algunos internos por su orientación sexual, “porque, pues, no estaban acostumbrados a hablar con población Trans.
El primer día que llegué nos llamaron por la lista, entonces, como no sabían los nombres de los chicos Trans, me llamaron por mi nombre real, y claro, eso me dio rabia y más de uno comenzó a burlarse. Pero ese fue el único altercado; después se arregló todo y ya todos nos dicen por el nombre que es”. ‘Alex’ no tiene pareja en estos momentos porque quiere concentrarse en su proceso.
La ansiedad por el consumo Cuenta el joven que comenzó a consumir basuco en Cali, aunque en Medellín ya había probado la marihuana y el pegante. “De ahí mi mamá me llevó pa’Cali, pero allá ella me vio demacrado por el consumo; estaba flaco y pailas; se dio cuenta de que yo estaba consumiendo basuco y me dijo que nos viniéramos pa’Bogotá, que acá nos poníamos a trabajar. Y, sí, nos vinimos. Como a los tres meses, un señor de seguridad que trabajaba conmigo, lo vi fumando basuco y le dije que me llevara a comprar eso, y me llevó pa’la ‘olla’, y empecé a internarme. Ya, a lo último me echaron del trabajo, y camellaba en la calle, pero de otra forma. Ya robaba y hacía de todo y conseguía para el consumo”.
Una vez, siendo menor de edad, tuvo problemas con la justicia, “porque un man quería abuzar de mí; eso fue por los lados de la Circunvalar y yo me defendí con un cuchillo; me juzgaron por tentativa de homicidio. Pero ya pagué”. Asegura que en las tres ciudades donde ha vivido, hay consumo de droga y lo fácil que es para un adolescente caer en ‘eso’. “El consejo que le doy a esas personas que hasta ahorita están empezando, es que todavía están a tiempo de salir de eso. Que con fuerza de voluntad y si quiere, lo hace. Yo todavía consumo marihuanita, pero con eso es con lo que mitigo la ansiedad por el basuco. La marihuana te deja tranquilo, porque si no, no podríamos con la ansiedad; tendríamos ganas de irnos, porque es horrible la ansiedad que uno siente. Y solo se quita con la marihuana o comiendo; pero imagínese uno comiendo, comiendo y comiendo, se mete es una engordada”, se ríe mientras se toca el estómago.
‘Alex’ sufrió un accidente en Bogotá, cuando lo lanzaron de un cuarto piso y casi pierde la vida. Estuvo tres meses y medio en coma. “Por eso no tengo mi dentadura, me colocaron 10 tornillos en la cara y me hicieron cirugía maxilar. IDIPRON me quiere ayudar con eso, y a mí me lo piensan hacer gratis. Lo que pasa es que yo estoy re’ansioso con lo del convenio y hace poquito me salió. Quiero ir primero con mi convenio y ya después que me terminen el tratamiento. Yo pienso primero en mi mamá e intento ayudarle”, expresó.
Con pesar cuenta que su madre bebe mucho alcohol, “y está enfermita; a ella se le hinchan los brazos y a veces no puede hacer nada, ni coger nada. Yo le mando platica y le digo que no la vaya a malgastar. Ella, no es que tome todos los días, porque es ama de casa; lo hace cada ocho días, pero lo hace, lastimosamente, no lo supera”. Finalmente, conocimos que el sueño de ‘Alex’ es tener una barbería. “Yo sé medio peluquiar. Si me dan un taller en el IDIPRON voy a escoger de peluquería, y luego voy a estudiar en el Sena un técnico en Belleza”.
Agradece a Dios y al IDIPRON la oportunidad de poder estar cambiando su mundo y confía en ayudar a su mamá y a su familia.
El primer Eje de Transversalidad y Enfoque Diferencial es el tema de Género y Diversidad Sexual, y hace referencia a las expresiones de la sexualidad y el género de los seres humanos. Incluye las distintas identidades de género y orientaciones sexuales que manifiestan las personas. Generalmente ha sido utilizado como un término paraguas para incluir en él a la población LGBTI. Un ejemplo de esta particularidad es la que nos contó ‘Alex, un joven oriundo de Medellín, quien vivió en Cali durante cinco años y lleva 13 años en Bogotá. Tiene 27 años. Vive en la Unidad de Protección Integral (UPI) La Rioja y es un joven Trans, decisión que tomó hace nueve años, cuando era habitante de calle. “Desde que tengo uso de razón me gustan las mujeres, pero por problemas no había podido cambiar mi forma de ser”.
Conoció el IDIPRON por unas amigas que la invitaron a la UPI Luna Park. Como todos, inició su proceso en la Unidad del Oasis y en estos momentos estudia quinto grado. Decidió salir de su casa cuando apenas era un niño; “porque mi padrastro manoseó a mi hermana; le comentamos a mi mamá y no nos creyó, entonces nos fuimos los dos”, cuenta ‘Alex’. Su hermana tiene tres niñas y vive en Cali con su mamá.
“Llevo cinco años sin verlas, pero llamo todos los días a mi mamá. Ella está contenta porque yo estoy logrando el cambio y dejé el vicio”. Reconoce que fue duro dejar el consumo de SPA, “pero con fuerza de voluntad se puede. Eso es querer, y si uno quiere, lo consigue. En el IDIPRON me han ayudado en toda clase de cosas: con mi salud, con mi estudio, con todo. Yo no tenía ni EPS, ni nada”, asegura. ‘Alex’ quiere terminar la secundaria, “y en dos añitos, si se puede, quiero ahorrar una platica pa’más adelante montar un negocio de algo. Quiero ayudarle a mi mamá, porque está enfermita en este momento”, cuenta con tristeza. Le preocupa que ella no se alimente bien, “porque algunas veces la he llamado para saber si almorzó y me responde que nada. Eso es duro”, afirma.
Por eso quiere ahorrar para montar un ‘plantecito’, pero aún no decide si irse a Cali o quedarse en Bogotá, “porque si me siguen dando trabajo acá, me quedo”, dice con una sonrisa. ‘Alex’ ingresó recientemente a un convenio con el IDIPRON. Es la primera vez que lo hace y quiere dejar una buena impresión durante los meses que dure. Sobre su experiencia en Oasis, cuenta que los fines de semana, cuando tiene dinero paga una pieza, de lo contrario, sale, da un paseo y regresa a las cinco de la tarde. El Instituto le da dotación de ropa, tenis, pantalón y camiseta y todos los elementos de aseo personal. “En cuanto a alimentación nos dan desayuno, merienda, almuerzo, merienda de la tarde y la cena. A los que nos vamos a trabajar, pues también nos dan la comida y la meriendita para que la llevemos”, explica. ‘Alex’ recordó que al principio de su ingreso a la Unidad tuvo problemas con algunos internos por su orientación sexual, “porque, pues, no estaban acostumbrados a hablar con población Trans.
El primer día que llegué nos llamaron por la lista, entonces, como no sabían los nombres de los chicos Trans, me llamaron por mi nombre real, y claro, eso me dio rabia y más de uno comenzó a burlarse. Pero ese fue el único altercado; después se arregló todo y ya todos nos dicen por el nombre que es”. ‘Alex’ no tiene pareja en estos momentos porque quiere concentrarse en su proceso.
La ansiedad por el consumo Cuenta el joven que comenzó a consumir basuco en Cali, aunque en Medellín ya había probado la marihuana y el pegante. “De ahí mi mamá me llevó pa’Cali, pero allá ella me vio demacrado por el consumo; estaba flaco y pailas; se dio cuenta de que yo estaba consumiendo basuco y me dijo que nos viniéramos pa’Bogotá, que acá nos poníamos a trabajar. Y, sí, nos vinimos. Como a los tres meses, un señor de seguridad que trabajaba conmigo, lo vi fumando basuco y le dije que me llevara a comprar eso, y me llevó pa’la ‘olla’, y empecé a internarme. Ya, a lo último me echaron del trabajo, y camellaba en la calle, pero de otra forma. Ya robaba y hacía de todo y conseguía para el consumo”.
Una vez, siendo menor de edad, tuvo problemas con la justicia, “porque un man quería abuzar de mí; eso fue por los lados de la Circunvalar y yo me defendí con un cuchillo; me juzgaron por tentativa de homicidio. Pero ya pagué”. Asegura que en las tres ciudades donde ha vivido, hay consumo de droga y lo fácil que es para un adolescente caer en ‘eso’. “El consejo que le doy a esas personas que hasta ahorita están empezando, es que todavía están a tiempo de salir de eso. Que con fuerza de voluntad y si quiere, lo hace. Yo todavía consumo marihuanita, pero con eso es con lo que mitigo la ansiedad por el basuco. La marihuana te deja tranquilo, porque si no, no podríamos con la ansiedad; tendríamos ganas de irnos, porque es horrible la ansiedad que uno siente. Y solo se quita con la marihuana o comiendo; pero imagínese uno comiendo, comiendo y comiendo, se mete es una engordada”, se ríe mientras se toca el estómago.
‘Alex’ sufrió un accidente en Bogotá, cuando lo lanzaron de un cuarto piso y casi pierde la vida. Estuvo tres meses y medio en coma. “Por eso no tengo mi dentadura, me colocaron 10 tornillos en la cara y me hicieron cirugía maxilar. IDIPRON me quiere ayudar con eso, y a mí me lo piensan hacer gratis. Lo que pasa es que yo estoy re’ansioso con lo del convenio y hace poquito me salió. Quiero ir primero con mi convenio y ya después que me terminen el tratamiento. Yo pienso primero en mi mamá e intento ayudarle”, expresó.
Con pesar cuenta que su madre bebe mucho alcohol, “y está enfermita; a ella se le hinchan los brazos y a veces no puede hacer nada, ni coger nada. Yo le mando platica y le digo que no la vaya a malgastar. Ella, no es que tome todos los días, porque es ama de casa; lo hace cada ocho días, pero lo hace, lastimosamente, no lo supera”. Finalmente, conocimos que el sueño de ‘Alex’ es tener una barbería. “Yo sé medio peluquiar. Si me dan un taller en el IDIPRON voy a escoger de peluquería, y luego voy a estudiar en el Sena un técnico en Belleza”.
Agradece a Dios y al IDIPRON la oportunidad de poder estar cambiando su mundo y confía en ayudar a su mamá y a su familia.
Instituto Distrital para la Protección de la Niñez y la Juventud - IDIPRON
Dirección de Correspondencia Presencial y Atención al Ciudadano: Cra. 27A # 63B - 07 Bogotá - Colombia
Líneas de Atención al Ciudadano + 57 601 2112287 - + 57 018000-113604
Correo Atención al Ciudadano: atencionciudadano@idipron.gov.co
Sede Calle 61: Calle 61 # 7 - 78 Chapinero Bogotá - Colombia. Teléfono: +57 601 3779997
Horario de Atención Lunes a Viernes de 8:00 A.M. a 5:00 P.M.
Línea y Correo para la Transparencia: + 57 601 5556497 - : denunciasactosdecorrupcion@idipron.gov.co
Notificaciones Judiciales: notificacionesjudiciales@idipron.gov.co
Correo Electrónico Correspondencia Externa: correspondencia@idipron.gov.co
Horario de Atención para Trámites de Radicación Lunes a viernes de 8:00 A.M. a 5:00 P.M.
